Hoy el cielo llora
Oigo como la lluvia furiosa golpea los cristales de mi ventana.
Mientras, mis ojos hacen apuestas a la gota que más resbala en el cristal.
Mis dedos juegan incansables con los rizos de mi pelo y mis pies marcan el ritmo de una canción.
Mi estómago me recuerda la hora de cenar y engaño al hambre con mi último cigarro.
Su humo entra fluido en mis pulmones y sale por mi boca entre suspiros y canciones.
Mi mente es dueña de mi cuerpo, ya que mi corazón sólo late.
Y es que hoy la lluvia furiosa golpea los cristales
7 comentarios:
Hay momentos en los que no se puede hacer otra cosa más que estar ahí, simplemente escuchando la lluvia azotando los cristales.
Pero todas las lluvias cesan.
Un abrazo
latir es bastante...
lo demás llegará seguro,
traído por la lluvia o el viento,
lo importante es estar atento...
estar...
Besos C.
El hecho de que tu corazón pueda latir es mucho... El mío está hecho añicos.
Y sí, quiero ese abrazo.
Mil besos :)
la lluvia puede llegar a ser muy hermosa, incluso ayudar a que tu corazón lata con más fuerza, con los sentidos renovados
un abrazo :-)
La lluvia siempre acompañando pequeños momento de nuestras vidas... :)
Ayer sonaron los rayos ahi fuera, cerca del camino que recorro. Pero no los pude ver, sólo escuché el rugir de la tormenta. Una tormenta enfadada, pero que no me acompañó.
Tormentas. Que vienen. Que van.
Caminando atrás quedan.
Yo camino. Con mis zapatos viejos.
Siempre camino. Así, nunca me he mojado demasiado bajo la lluvia.
Espero que camines, conmigo, con todos nosotros. Y que la lluvia que moja tus cristales no consiga entrar por tu ventana.
El camino está ahí mismo. Delante de tus viejos zapatos.
Un abrazo...
Prometo entrar en vuestros blogs y leer todo lo que en ellos escribís, pero el tiempo aún me come los días.
Gracias por entrar y comentar.
Besos y abrazos para todos.
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