miércoles, diciembre 21, 2005

Elegía a Ramón Sijé

Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracoles Y órganos mi dolor sin instrumento, a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.
En mis manos levanto una tormenta de piedras, rayos y hachas estridentes sedienta de catástrofe y hambrienta
Quiero escarbar la tierra con los dientes, quiero apartar la tierra parte a parte a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte
Volverás a mi huerto y a mi higuera: por los altos andamios de mis flores pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores. Volverás al arrullo de las rejas de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas, y tu sangre se irá a cada lado disputando tu novia y las abejas. Tu corazón, ya terciopelo ajado, llama a un campo de almendras espumosas mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas... de almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.

-Miguel Hernández-

A esa persona que incansable me recita desde pequeña versos de Miguel Hernández...

6 comentarios:

A las diciembre 21, 2005 7:52 p. m. , Anonymous Anónimo ha dicho...

Me acabas de dar en el centro del corazón con una de mis poesías preferidas. Debo reconocer que no te he leído de lo leída que la tengo. Esa persona que te recita desde pequeña tiene un gusto exquisito.

Besos.

 
A las diciembre 22, 2005 1:08 a. m. , Blogger alma insomne ha dicho...

Me alegra haberte acertado en el corazón, aunque más bien te ha acertado Miguel Hernández, no yo :)
La persona que me recita desde pequeña no sólo tiene exquisito el gusto, él es exquisito...

Siempre recuerdo cómo con los ojos brillantes me decía... Hija, piénsalo, imagínate su dolor que por doler le duele hasta el aliento... y yo le miraba fascinada desde una silla :)

Besos Gabi!

 
A las diciembre 22, 2005 11:12 a. m. , Blogger Elena Martín ha dicho...

Lo he leido, releido, y cada vez parece que el dolor es distinto...pero DOLOR.
Cuando duele la vida porque una vida nos falta cerca...y parece que al alma le cuesta despedirse más que al cuerpo.

Besos...espero versos de alegría que iluminen sonrisas ;)

 
A las diciembre 23, 2005 9:43 p. m. , Blogger alma insomne ha dicho...

Jajajaja, vale, vale Seleka, además te lo prometí y ya tengo mis cuadernos, así que cuando tenga un huequito entre brindis y brindis de cava posteo :P

Un besito B!!!

 
A las diciembre 27, 2005 2:45 p. m. , Blogger Max Verdié ha dicho...

Hola, me he caído por casualidad por un hueco del calcetín y me he encontrado tu blog... gracias por prestarnos a alguien que te regala versos...

A estas hora en que tengo frío fuera y dentro, es un lujo para el alma.

Y el oído.

 
A las enero 09, 2006 10:41 a. m. , Blogger Elena Martín ha dicho...

esto...se acabaron los brindis no??
a ver si entre caña y montaditos posteas ya...que no me quedan uñas ni en los pies, jejeje.
Besazos C.

 

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